lunes, 13 de febrero de 2012















¿ Crisis en la Educación?: necesidad de un cambio de método en la enseñanza
Andrea San Martín Amat

La educación representa hoy en día un papel fundamental ante la crisis actual que se está viviendo a nivel mundial. La dificultad en la que se está viendo envuelta la enseñanza, no es algo aislado; prácticamente toda las instituciones están sufriendo una situación de peligro: podemos hablar de una crisis de civilización. No es una crisis únicamente del capitalismo, sino que es el resultado de una quiebra de un sistema que durante algún tiempo fue funcional, pero que hoy en día se ha quedado obsoleto. Por ello, es necesaria un cambio, se necesitan instituciones educativas dirigidas a una sociedad en  constante evolución y en donde la educación debe adaptarse. La enseñanza en esta crisis ejerce un papel fundamental; es parte del problema porque los valores que comúnmente se transmiten son arcaicos, y parte de la solución porque si se transforman los métodos, la institución educativa permitirá que se forme al individuo para convivir, resolver conflictos y hacer su trabajo de una manera autónoma, algo vital en este mundo globalizado y en el que ya no existen barreras. Es necesario un cambio de paradigmas.
Por ello se están produciendo constantes cambios de normas en la mayor parte de los países. Se intenta adaptar las leyes, ir detrás de los cambios  sociales que se van produciendo de manera acelerada.
En casi todos los estados se vive con preocupación la evidencia de un desajuste entre el sistema educativo y los resultados que se obtienen. Una  de las soluciones que los gobiernos suelen considerar y determinar es el cambio normativo. En parte estos problemas han sobrevenido cuando se han alcanzado de manera definitiva los procesos de universalización de la educación.
En un mundo, como el europeo, en el que los valores cambian y la información fluye por muchos caminos diferentes al de las organizaciones escolares, los sistemas educativos, diseñados en otro momento histórico, con funciones centrales en la transmisión de valores y conocimientos, tienden a quedarse atrasados respecto a las nuevas exigencias y, sobre todo, en los métodos educativos. Esta situación explica en parte, la crisis en la que se encuentra sumida la educación europea, sobre todo la secundaria. Un momento de crisis como el actual exige: repensar los objetivos, renovar los métodos de enseñanza y reformular su propia identidad. Todo un desafío para las sociedades europeas. Desafío que debe ser abordado y superado, ya que el futuro es, en gran parte, lo que es hoy la educación.

Concepto de Educación

La educación actúa como un motor social, cultural, moral, político, económico... Según David Carr todas estas facetas interactúan entre sí; es difícil conseguir una definición que goce de consenso general. ya que son muchos los grupos socioculturales que tienen distintas concepciones sobre el término educación.
Lo que no podemos negar es que existe un nexo entre educación y aprendizaje, lo mismo que también es obvio que el término educación va unido a la idea de perfeccionamiento, aunque no todas las acciones que provocan un cambio en el ser humano pueden considerarse beneficiosas para este, puesto que es la persona la que mediante la educación, adquiere la libertad de elección y, con ella, también la buena o mala elección. Pero como idea general todos solemos unir educación a unos logros que optimizan al individuo en donde el concepto es entendido como modo de transmisión de conocimientos y de aprendizaje.
 Siempre se ha considerado como un proceso en el que el conocimiento se transmite a los estudiantes y, las escuelas, son los lugares donde esta transmisión tiene lugar de manera oficial
Es evidente que, este sistema educativo, comporta un nivel elevado de desencanto y frustración entre los implicados y, cada vez, está más cuestionado. En una clase estándar de secundaria, el profesor se sitúa delante de unos veinticinco o treinta alumnos de la misma edad. Se intenta que todos ellos aprendan las mismas cosas al mismo tiempo. Es una imagen que ha cambiado poco, muy poco en muchos siglos. Hoy se ve claro que este sistema es una idea basada en conceptos y necesidades del pasado y bastante alejada de lo que la ciencia nos está enseñando sobre los mecanismos naturales del aprendizaje: como la experimentación y la reflexión. A pesar de ello, en el contexto educativo actual la memorización todavía es importante y, la respuesta, es el pilar sobre el cual gira todo, como los exámenes que, en la actualidad, son la mejor prueba y de la que se dotan la mayoría de las instituciones educativas. De hecho, vivimos en una sociedad que valora la respuesta. Sin embargo, parece que este panorama tiene los días contados, por una simple razón, la acumulación de información y de conocimientos está perdiendo valor porque ese es, y será todavía más en el futuro el papel de las máquinas. Serán los ordenadores los que nos proporcionarán la información que queramos en cualquier momento. En nuestra sociedad cualquier cosa que se obtenga con facilidad se devalúa y cuanto más se devalúan las respuestas, más valiosas son las preguntas. Estamos entonces ante una nueva adquisición de conocimiento donde la columna vertebral es la formulación de preguntas. Este nuevo modelo educativo estará posibilitado por la introducción de la inteligencia artificial.
La educación que conocemos podría dar a conocer una experiencia del mundo, comprender las cosas que no van bien e intentar reaccionar pero, si en la escuela se hace eso, se tendría una clase de niños cada uno con una experiencia diferente, no estaría organizado ni dirigido por el Estado. Lo que sucede es que cuando el gobierno intenta dirigir la educación, no enseña que a veces las cosas no son; sino que enseña que todo es así y lo evalúa para comprobar que se ha aprendido, o sea que toda la idea del aprendizaje se echa por la ventana en las escuelas. Llegamos a una paradoja en la que unos dicen que estamos en plena revolución del sistema educativo; y otros, que eso son tonterías, que lo que se está viviendo es una crisis terrible del sistema educativo. La consecuencia es que los resultados son negativos; por lo que algo tiene que fallar. Lo que enseñamos está mal y todo lo que se enseña también lo está; los resultados son negativos. Algo tiene que cambiar ¿ pero qué?, ¿ cómo? ¿ cuál es la solución?

Evolución de la Educación

Los sistemas de educación más antiguos tenían por objeto el estudio de la religión y de las costumbres del pueblo. Ya en el antiguo Egipto las escuelas del templo enseñaban no sólo religión, sino también los principios de la escritura, ciencias, matemáticas y arquitectura. En la India también se enseñaba en las instituciones educativas la religión en este caso el Budismo el cual se extendió por los países de oriente. La educación en la antigua china se centraba en la filosofía, la poesía y la religión de acuerdo con las enseñanzas de Lao-tsé, Confucio y otros filósofos. El sistema chino de un examen civil, iniciado hace más de 2000 años se ha mantenido hasta nuestros días, pues mediante él se permite la selección de los mejores estudiantes para puestos importantes en el gobierno.
La educación espartana tenía como objeto principal la creación de una población compuesta de guerreros fuertes, sanos, bellos e imponentes. Se intentaba combatir los rasgos considerados femeninos como la delicadeza y la ternura.
En la era ateniense1 la educación era responsabilidad de los padres hasta que los hijos cumplieran los 18 años, ésta ya no era simplemente una educación militar sino que tenía por objeto el enriquecimiento personal del individuo a todos los niveles, este perfeccionamiento recibía el nombre de kalokagathia el cual se refería a los atributos de belleza física, dignidad moral, sabiduría y valentía. Las etapas de esta primera educación se fijaban en Educación primaria, secundaria, superior y una última llamada efebia que era el servicio militar griego al que se accedía después de haber sido instruido en las etapas anteriores.
A finales del siglo II Roma eligió el modelo griego para su educación que igualmente constaba de tres etapas: ludus litterator asistían tanto niños como niñas2 entre los 7 y los 11 años donde el magíster ludi enseñaba escritura, lectura, cálculo y la ley de las doce tablas, todo esto supervisado por el paedagogus. Desde los 11 hasta los 16 años tenía lugar la enseñanza secundaria, ludus gramaticus donde aprendían principalmente la teoría gramatical, la lectura con entonación y a comentar los textos clásicos griegos y latinos, en esta etapa las chicas raramente continuaban con su formación y los chicos únicamente si sus padres podían costeárselo. La enseñanza superior, ludus rhetoricus comenzaba con la toma de la toga viril hasta los 20 años y en esta etapa sólo se encontraban alumnos de la clase alta. Estas clases eran impartidas por los rhetores, quienes enseñaban el arte de la retórica, filosofía y derecho. Una vez terminada la etapa superior los alumnos que querían y podían permitírselo se trasladaban a Grecia para ampliar sus estudios y para ello debían aprender griego.
A España llegó este modelo educativo, el cual fue completamente instaurado a
finales del siglo VI, en la era visigoda. Este modelo contaba con tres escuelas: las parroquiales que preparaban a los clérigos con lo mínimo, las episcopales en las que la instrucción de estos clérigos llegaba a un nivel superior con las siete artes liberales que se dividían en el trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el cuadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música) y las monacales que constituyeron el fenómeno educativo y cultural de la España visigoda católica donde entre otras materias se estudiaba derecho canónico
Durante la edad media las ideas del escolasticismo se impusieron en el ámbito educativo de Europa occidental. El escolasticismo utilizaba la lógica para reconciliar la teología cristiana con los conceptos filosóficos de Aristóteles. Un profesor relevante del escolasticismo fue el eclesiástico Anselmo de Canterbury, quien, como Platón, defendía que sólo las ideas eran reales. Otro clérigo, Roscelino de Compiègne5, en la línea de Aristóteles, enseñaba el nominalismo, doctrina según la cual las ideas universales son flatus vocis y sólo las cosas concretas son reales.
Del siglo XII en adelante se abrieron varias universidades en Italia, España y varios países más de Europa, pero la educación era un privilegio de las clases superiores y la mayor parte de los miembros de las clases bajas no tenían acceso a la misma. En el desarrollo de la educación superior durante la edad media los musulmanes y los judíos desempeñaron un papel crucial, pues no sólo promovieron la educación dentro de sus propias comunidades, sino que actuaron también como intermediarios del pensamiento y la ciencia de la antigua Grecia a los estudiosos europeos. Los centros de Toledo y Córdoba en España atrajeron a estudiantes de todo el mundo civilizado en la época.
En los siglos XVI y XVII, la literatura política se dirige fundamentalmente a la educación del príncipe. Más tarde, en el período conocido como la Ilustración (S. XVIII), los documentos bibliográficos se dirigirán a la educación del pueblo, pues hasta este momento, la sociedad es puramente estamental. La moral que justifica su estructura social, es una moral basada en el principio medieval del servicio, es decir, cada estamento y por tanto sus miembros, debe servir a Dios, al rey y a la comunidad de un modo diferente .
Pero el verdadero poder del siglo XVIII es la Iglesia y éste es un poder económico debido a sus posesiones y privilegios, y también un poder social por su compacta organización, su disciplina y su capacidad para modelar la conciencia de los hombres, y sobre todo, porque la Iglesia monopoliza la educación, en especial, las universidades. La educación está en manos de la iglesia sin que pueda observarse una preocupación importante por parte de la monarquía absoluta en la formación intelectual y profesional de sus súbditos. Sin embargo la educación elemental existe, aunque precariamente. La nobleza educa a sus hijos en las primeras letras mediante preceptores o leccionistas. Los ayuntamientos sostienen escasas escuelas primarias, a cargo de maestros ignorantes y mal pagados. La iglesia mantiene escuelas monásticas, ajenas a los conventos y ausentes de todo control regio, que atraen a los hijos de los campesinos deseosos de evadirse del cultivo de la tierra y acceder a una situación mejor a través de la carrera eclesiástica.  Esta lamentable situación de la educación básica no dejará de preocupar hondamente, a la minoría ilustrada que propondrá su reforma. En cuanto al método pedagógico empleado en dicha época, se había basado en el culto supersticioso de los antiguos y la negación de todo mérito a los modernos. Nadie se preocupa por la observación ni por la experimentación. Lo único que se pone a contribución es la memoria.


El sistema educativo español: de la Ley de Moyano a la Transición
                                                    
La Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857, llamada Ley Moyano significó el término de la consolidación del sistema educativo liberal y el comienzo de la estabilidad, sobre todo a nivel legislativo y de administración. Por primera vez desde 1821, España contaba con una ley general de educación aceptada por todos.
El 19 de septiembre de 1868 estalla la revolución conocida como «la Gloriosa», comenzando el llamado sexenio revolucionario y, en 1873, es proclamada la Primera República española. Una de las características básicas de este período en el campo de la educación, es el impulso de la libertad de enseñanza debido al krausismo, de aquí surge una drástica batalla por la regeneración de la Universidad, dando origen a la cuestión universitaria (se consideraban las doctrinas que se impartían en ella de perniciosas) y posteriormente a la creación de la Institución Libre de Enseñanza (ILE).
Pasado este periodo, la segunda república (1931-1936) proclama la escuela única, la gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza primaria, la libertad de cátedra y la laicidad de la enseñanza. Igualmente, establece que los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial serán funcionarios y que se legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fin de que no se hallen condicionados más que por la aptitud y la vocación. Entre los cambios más importantes que trae consigo la proclamación de la Segunda República destacan la libertad de conciencia de los profesores, la supresión de la educación religiosa obligatoria y la regulación del bilingüismo, permitiendo que en las escuelas primarias se enseñe en lengua materna, aunque sea diferente del castellano. La reforma fundamental en este nivel se produce con la aprobación, en 1934, del Plan de estudios de bachillerato: el Plan Villalobos.

Con la dictadura se produce una ruptura total con la época anterior, rechazándose todos los avances de la república en cuanto a renovación de los métodos pedagógicos y la mejora del nivel intelectual de la enseñanza. Ésta se va a ver influenciada totalmente por los valores ideológicos que defiende y promulga el Movimiento Nacional: la unidad de la Patria y la religión católica. Así, la preocupación en la enseñanza primaria residirá principalmente, en los contenidos religiosos, morales y patrióticos que impulsan el glorioso Movimiento Nacional.

En esta época, se prohíbe la coeducación por lo que los alumnos son separados por sexos y también se incrementa el elitismo manifestándose en un sistema de doble vía, uno para las elites y otro para las clases más desfavorecidas.
En 1970 se aprueba la Ley 14/1970 de 4 de agosto “Ley General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa” en la que se regula y estructura, por primera vez en este siglo, todo el sistema educativo español. En ella se aboga por el principio de integración social a través de la escuela, en el que las puertas de los centros de enseñanza se abrirían de par en par, sin limitaciones ni discriminación alguna para ningún español.

El sistema educativo español desde la Transición           
                                   
Franco muere en noviembre de 1975. Le sucede en la jefatura del Estado Juan Carlos I, rey de España, quien nombra a Adolfo Suárez presidente del gobierno en 1976; inmediatamente se anuncia el desmantelamiento de las instituciones franquistas y se diseña una constitución democrática, que es debatida y pactada por la mayoría de las fuerzas políticas del país y aprobada en referéndum en 1978. Posteriormente se convocan las primeras elecciones democráticas desde 1936, donde triunfa la Unión de Centro Democrático (UCD), que gobernará por espacio de seis años. El artículo 27 de la Constitución marcó los principios generales de toda la legislación actual en materia de educación. A partir de este momento las leyes que regulan el sistema educativo y las relaciones entre las mismas son:
- 1985, LODE (ley orgánica reguladora del derecho a la educación) esta ley modifica a la LGE e introduce el derecho a la educación, la participación de la sociedad en el ministerio de educación y la financiación de los centros educativos tanto públicos como privados.
- 1990, LOGSE (ley orgánica de ordenación general del sistema educativo) esta ley deroga a la LGE y modifica a la LODE. Introduce la nueva estructura del sistema y ordenación de las enseñanzas, la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta los 16 años (antes sólo era hasta los 14) y establece la FP (formación profesional) superior.
è1995, LOPEG (ley orgánica de la participación y evaluación del gobierno de los centros docentes) adapta a la LODE. Como novedad esta ley regula las actividades extraescolares, la autonomía en la gestión de los centros educativos, establece la inspección por las administraciones educativas y regula los órganos de gobierno de los centros.
-  2001, LOU (ley orgánica de Universidades) mejora la calidad de estos centros, crea mecanismos apropiados para potenciar las actividades investigadoras en las universidades, facilita la incorporación de nuestro sistema educativo universitario al espacio europeo (Bolonia) y favorece la movilidad de estudiantes y profesorado entre las universidades.
- 2002, LOCFP (ley orgánica de las cualificaciones y de la formación profesional) esta ley adecua la formación profesional a las nuevas exigencias del sistema productivo y fomenta la formación y readaptación profesional.
-  2002, LOCE (ley orgánica de calidad de la educación) esta ley adapta a la LOGSE y mejora el nivel medio de los conocimientos de los alumnos, fomenta la cultura del esfuerzo como garantía de progreso personal, garantiza la igualdad de oportunidades, previene y combate el fracaso escolar y mejora las condiciones de trabajo de los profesores
Con la aprobación el 14 de julio de 2006 de la Ley Orgánica de Educación, se introdujo la reforma del sistema educativo, que actualmente está en vigor. Es curioso, porque si se lee con detenimiento la nueva legislación, es una normativa que se dirige hacia el progreso y con una gran visión de futuro: que apuesta por las tecnologías y por el desarrollo del individuo pero desde luego, no parece que luego se lleve a la práctica ni se aplique en las aulas.

Consecuencias de la universalización de la Educación

Hace años el gran éxito en educación era conseguir que el cien por cien de los niños en la primaria tuvieran una escuela. Esto no se había conseguido nunca, pero cuando se logra trae consigo una paradoja, y es que cuando algo se extiende en una sociedad de mercado, se devalúa; lo que significa que todos los títulos educativos no valen lo mismo si los tiene el cien por cien de la población. Escolarizar al cien por cien de los niños de un país supone que en ese 100 por cien de los alumnos, se encuentren todo tipo de sujetos; aquellos que quieren aprender, aquellos que son agresivos, los que no quieren estar ahí: esto supone para el profesorado que previamente estaban acostumbrado a tratar con una élite, no sepan qué hacer con estos chicos cuando llegan al sistema escolar y, entonces, pierde calidad de vida el profesor: se queja, dice que no sabe cómo enseñar que en esas condiciones le es imposible hacerlo. El profesorado se queja de tener que afrontar en solitario los crecientes problemas que se plantean en las aulas, sin ningún apoyo institucional, lo que constituye un factor evidente de desánimo personal y profesional
El trabajo del profesorado es autodidacta, como consecuencia de los déficit formativos, y solitario, como consecuencia de los déficit en los modelos de gestión. El profesorado no se siente protegido por la institución.
                                                      


La formación inicial y los sistemas de selección del profesorado son una pieza clave para alcanzar un sistema educativo de calidad. Uno de los rasgos que diferencian el sistema educativo finlandés, el de mejores resultados en rendimiento escolar de toda Europa, es la gran exigencia que se tiene en la preparación de sus profesores y la dureza de las pruebas de selección de estos profesionales. En España, la formación inicial de los maestros de Educación Infantil y Primaria es una diplomatura profesionalizado y eso se equipara con la de adecuación de los contenidos de las enseñanzas universitarias a las actuales necesidades del sistema educativo.

Aprender haciendo

Se aprende haciendo: “ hazme partícipe de algo y entonces aprenderé”. No hay otra forma de aprender. No se puede aprender de lo que te dicen. El aprender haciendo es un concepto que siempre ha existido. Ya Aristóteles decía “ solo aprendemos las cosas mientras las hacemos” y Einstein afirmaba que la única fuente de conocimiento es la experiencia.
Si se entiende la educación en un sentido que no sea la práctica y experiencia, se está equivocado en la percepción pero es algo que las escuelas siguen sin hacer.
En las instituciones educativas, los profesores explican lo que ellos creen que es importante y que no tiene nada que ver con lo que significa el “ aprender haciendo”.
Esto tiene un origen muy sencillo que explica por qué esto funciona así. En el siglo XVI un monje tenía un libro y lo leía porque el resto de personas no podían leer, esto era una buena idea en este siglo XVI; el problema es que hoy en día sigue siendo así, no se ha cambiado el método.
En los últimos años empieza a emerger un consenso sobre las pautas de la educación que se deben seguir para que realmente funcione. Uno de estos consensos es el de la experimentación “ el aprender haciendo”; vamos hacia una educación en la que habrá mucha más práctica y experimentación de la que ha habido jamás.
Se va a educar a la gente para enseñarles cómo desenvolverse mejor en el trabajo que van a hacer.
El sistema educativo está hoy en día detenido en tradiciones muy antiguas; nuestro sistema educativo funciona más basándose en tradiciones ancestrales que en el conocimiento que se ha estudiado e investigado en los últimos quince años en el proceso de aprendizaje. Incluso esas investigaciones aún no han llegado al gran público ni a la gran masa de profesores. Los profesores siguen enseñando por ensayo y error; eso tiene unos costes enormes para el sistema.
Los profesores deberían interesarse en intentar comprender qué es lo que los estudiantes pueden hacer y  ayudarles a hacerlo. Hay que tutorizar a los estudiantes a mejorar lo que hacen, mientras practican y mejoran. La educación tiene que girar de alguna manera sobre cómo hacerlo.
Hay que tener en cuenta que nos encontramos en una sociedad en cambio. El profesor Manuel Castell dice que educar y formar en la era de Internet es que el estudiante aprenda a aprender y ese es el punto clave. Cada vez los conocimientos son menos importantes porque son más volátiles. El sistema clásico es transmitir conocimiento cuando ahora una formación en ciertas competencias que no son estrictamente académicas es importante y determinan la felicidad de una persona consigo misma y el éxito ante una sociedad que además está cambiando y va a exigir que las personas cambien con el trabajo a lo largo de su vida. lo que debe hacer una persona en la era del conocimiento es “ aprender, desaprender y aprender”. Esto es básico cuando nos centramos en el problema de la formación.
Un grupo de profesores, filósofos y sociólogos de la Unión Europea ha creado un Manifiesto que señala las claves para que la educación del futuro sea más eficaz, más humanista y sobretodo basada más en la inteligencia emocional que en el coeficiente intelectual; un reto que deben asumir padres, docentes y alumnos.
El primer punto que resaltan es que los jóvenes de hoy en día tienen la sensación de que estudiar una carrera ya no les garantiza conseguir un buen puesto de trabajo por lo que la desmotivación es uno de los principales problemas que se deben afrontar desde la escuela y la familia. Hasta ahora en la mayoría de los sistemas educativos primaban el aprendizaje formal frente al aprendizaje moral y personal de los alumnos. Dicen los expertos que los maestros tienen que tener claro que para ser un adulto feliz es más importante la educación emocional que las matemáticas. Lo importante no es saber, sino mantener la capacidad de aprender siempre.

La educación al servicio de las nuevas tecnologías

Internet supone un bastísimo almacén de información accesible desde nuestro ordenador: un sistema con una capacidad de actualización casi inmediata. Es un entorno tecnológico y social en el que las preguntas en donde las preguntas que podamos hacer valen más que las respuestas que podamos memorizar. Con un sistema de información como es Internet lo realmente importante son aquellas preguntas a las que el sistema no encuentra respuesta; son estas las que permitirán mejorarlo y contribuir así en él. La inteligencia será llegar al límite, poder decir con convicción que los ordenadores sólo sirven hasta cierto punto.
La educación basada en los ordenadores ha facilitado el acceso a la información para más gente y a un menor coste pero no parece que se proponga una evolución en la metodología educativa. La mayoría de los métodos educativos basados en la tecnología informática que conocemos, e-learning, es el curso de siempre pero digital, esto es lo que debe cambiar. Los ordenadores son principalmente herramientas que sirven para hacer y, nosotros animales que aprendemos haciendo. Los ordenadores son por tanto, el medio ideal para enfocar en la práctica; una nueva metodología centrada en el hacer, esa deberá ser la base de los cursos electrónicos que renueven la metodología de los cursos que conocemos.
Los ordenadores son una solución pero no tienen por qué ser la solución. La clave es el sistema. Lo que permiten los ordenadores es tener una experiencia individual que a la vez permite a los alumnos comunicarse con un compañero o trabajar en equipo, vivir las experiencias que en otro sistema no podrían llegar a hacer pero, cada uno, en su propio campo. El ordenador en sí no tienen ninguna relevancia, es un aparato que permite tener experiencias si se crea un buen software que lo acompañe. La mayor parte de los softwares educativos que existen en estos momentos son malísimos: es como si fueran un libro de texto, se vuelcan los conceptos, los textos digitalizándolos, pero no se moderniza el sistema ni su utilización.
La red se convierte en un elemento de búsqueda, de estudio y va a permitir además sustituir los procesos de enseñanza por procesos de aprendizaje. Desde hace más de quince años se sabe mucho de procesos de aprendizaje, pero no se aplica en las aulas de forma sistemática. Hacemos de la ciencia tecnología en todos los ámbitos y, muy raramente, en la educación. Los profesores hoy en día no saben si producen aprendizaje porque no saben exactamente cuál es el proceso de aprendizaje del niño.
Un niño de cinco años que va a la escuela por primera vez puede haber perdido unas capacidades cruciales para aprender que nunca volverán y, es que, el cerebro infantil requiere de una estimulación continua desde el nacimiento hasta los tres años de hablar. Gracias al estudio de cómo se establecen las conexiones entre las neuronas sabemos que existen algunos periodos de tiempo relativamente cortos, críticos en los que el cerebro de un niño debe recibir cierto tipo de señales del exterior para configurarse adecuadamente; algunas de estas áreas son tan importantes como la visión, el lenguaje y el pensamiento abstracto. Otros descubrimientos derivados de la fisiología del cerebro aportan nuevas pistas para los educadores. Ahora se sabe por ejemplo, que la búsqueda de comprensión es innata y que esta curiosidad de la mente debe ser potenciada. También se ha descubierto que la mente está diseñada específicamente para recibir y generar patrones y que, por tanto, debe dárseles a los niños la oportunidad de crear su propia visión del mundo sin inculcarles ninguna predeterminada. Por otra part,e se ha demostrado que la emoción y el conocimiento no pueden separarse. Un niño infeliz tendrá una capacidad menor para almacenar correctamente la información que recibe, es decir, para memorizar. Por tanto parece que el viejo paradigma de los estudiantes como recipientes vacíos , esperando a ser llenados de conocimiento, ha dejado paso a una nueva visión de la educación según la cual los niños, deben construir su propia sabiduría a partir de sus propias experiencias y, la idea de una inteligencia fija, ha dado paso a una interpretación más flexible del desarrollo intelectual gradual dependiente del ambiente en el que se desarrolla.


Sabemos muchísimo de cómo evoluciona el cerebro del niño pero la educación se imparte sin aprovecharse de este conocimiento; de debe, de esta manera, hacer un aprendizaje cada vez más individualizado y teniendo en cuenta los diferentes modos de aprender de cada alumno y aquí, es donde radica la importancia de la tecnología, que va a ser la que va a permitir hacerlo con eficacia.
En el momento que se plantea un aprendizaje electrónico se consigue que el alumno aprenda ayudándose de las herramientas tecnológicas y que éstas se ajusten a su propio perfil de aprendizaje.
La digitalización de tantos datos va a permitir dar una educación más individualizada; las tecnologías al servicio de unos modelos de aprendizaje diferente en donde el alumno sea el centro del proceso y no  el profesor. Ésta será la base, en donde el estudiante aprenderá a aprender por sí mismo y es la perspectiva más eficiente para adaptarse al cambio que esta sociedad requiere.
Cada alumno debe tener la capacidad para solucionar problemas y tomar decisiones, debe desarrollar un pensamiento crítico y creativo, tener habilidades de colaboración, comunicación y negociación, curiosidad intelectual y la capacidad de buscar, seleccionar, estructurar y evaluar información y esto se logra Aplicando las herramientas del conocimiento: clases interactivas, globalización de las comunicaciones, tecnologías integrales y el uso productivo de redes.

Retos a conseguir en la educación. Visión de futuro

Los elementos para el cambio de un modelo tradicional que corresponde al paradigma educativo, a un modelo educativo basado en competencias que inscrito en el paradigma pedagógico, apuntan a una educación más centrada en el aprendizaje lo cual conlleva no sólo a la formación integral del estudiante sino también a la transformación del papel del docente universitario.
De esta manera se aprecia que es necesaria una operación efectiva de los currículos rediseñándolos ya se requiere de docentes que promuevan el desarrollo de competencias actualizables, poniendo en juego sus habilidades docentes para: diagnosticar, planear, diseñar estrategias y evaluar los aprendizajes; lo cual sólo puede concretarse mediante ambientes de aprendizaje donde el docente asume el rol de gestor y facilitador de conocimientos.






Es así que en la actualización del catedrático en enfoques pedagógicos, cobra relevancia ya que contituye un factor clave para la formación profesional de los estudiantes por competencias.
Son muchas las cuestiones que quedan por abordar para poder completar un estudio del sistema educativo español: temas  relacionados con el clima en los centros, la relación del entorno educativo con la enseñanza escolar, cuestiones referidas al currículo, las relaciones de la universidad con el bachillerato, etc. Asimismo, las controversias sobre la educación están presentes cada día en los medios de comunicación y en las discusiones que se producen en el seno de la comunidad educativa: el peso de las humanidades en el currículo, la conflictividad y la violencia en las aulas, la llamada deserción de las familias en la educación de sus hijos o el malestar docente.
Debe basarse la educación en una educación que vaya guiada por la introducción de las tecnologías de la información: la incorporación de los ordenadores en las aulas, la adaptación de éstos a nuevos modelos de aprendizaje en donde se debe producir material específico para el uso escolar y, sobre todo, la importancia de la promoción de la innovación e investigación educativa.
Superar estos problemas supone un reto para las instituciones y administraciones educativas en los próximos años. El ritmo de incorporación de estos recursos y el cambio de paradigma educativo es muy lento. Está claro que el sistema está sufriendo una crisis, pero no es una crisis aislada, sino que es una crisis de civilización y la educación es una de las claves para salir de ella por lo que es necesario que sea objeto de análisis y de investigación, para superar estas barreras y desarrollar desde sus instituciones a individuos capacitados para la adaptación a los cambios que se presenten en la sociedad, y por consiguiente, a las distintas crisis que se sufran. 



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