¿ Crisis en la Educación?: necesidad de un cambio de método en la enseñanza
Andrea
San Martín Amat
La educación representa hoy en
día un papel fundamental ante la crisis actual que se está viviendo a nivel
mundial. La dificultad en la que se está viendo envuelta la enseñanza, no es
algo aislado; prácticamente toda las instituciones están sufriendo una
situación de peligro: podemos hablar de una crisis de civilización. No es una
crisis únicamente del capitalismo, sino que es el resultado de una quiebra de
un sistema que durante algún tiempo fue funcional, pero que hoy en día se ha
quedado obsoleto. Por ello, es necesaria un cambio, se necesitan instituciones
educativas dirigidas a una sociedad en
constante evolución y en donde la educación debe adaptarse. La enseñanza
en esta crisis ejerce un papel fundamental; es parte del problema porque los
valores que comúnmente se transmiten son arcaicos, y parte de la solución
porque si se transforman los métodos, la institución educativa permitirá que se
forme al individuo para convivir, resolver conflictos y hacer su trabajo de una
manera autónoma, algo vital en este mundo globalizado y en el que ya no existen
barreras. Es necesario un cambio de paradigmas.
Por ello se están produciendo constantes cambios de normas en la mayor parte de los países. Se intenta adaptar las leyes, ir detrás de los cambios sociales que se van produciendo de manera acelerada.
Por ello se están produciendo constantes cambios de normas en la mayor parte de los países. Se intenta adaptar las leyes, ir detrás de los cambios sociales que se van produciendo de manera acelerada.
En
casi todos los estados se vive con preocupación la evidencia de un desajuste
entre el sistema educativo y los resultados que se obtienen. Una de las soluciones que los gobiernos
suelen considerar y determinar es el cambio normativo. En parte estos problemas
han sobrevenido cuando se han alcanzado de manera definitiva los procesos de
universalización de la educación.
En un
mundo, como el europeo, en el que los valores cambian y la información fluye
por muchos caminos diferentes al de las organizaciones escolares, los sistemas
educativos, diseñados en otro momento histórico, con funciones centrales en la
transmisión de valores y conocimientos, tienden a quedarse atrasados respecto a
las nuevas exigencias y, sobre todo, en los métodos educativos. Esta situación
explica en parte, la crisis en la que se encuentra sumida la educación europea,
sobre todo la secundaria. Un momento de crisis como el actual exige: repensar
los objetivos, renovar los métodos de enseñanza y reformular su propia
identidad. Todo un desafío para las sociedades europeas. Desafío que debe ser
abordado y superado, ya que el futuro es, en gran parte, lo que es hoy la
educación.
Concepto de Educación
La
educación actúa como un motor social, cultural, moral, político, económico...
Según David Carr todas estas facetas interactúan entre sí; es difícil conseguir
una definición que goce de consenso general. ya que son muchos los grupos
socioculturales que tienen distintas concepciones sobre el término educación.
Lo que no
podemos negar es que existe un nexo entre educación y aprendizaje, lo mismo que
también es obvio que el término educación va unido a la idea de
perfeccionamiento, aunque no todas las acciones que provocan un cambio en el
ser humano pueden considerarse beneficiosas para este, puesto que es la persona
la que mediante la educación, adquiere la libertad de elección y, con ella,
también la buena o mala elección. Pero como idea general todos solemos unir
educación a unos logros que optimizan al individuo en donde el concepto es
entendido como modo de transmisión de conocimientos y de aprendizaje.
Siempre se ha considerado como un
proceso en el que el conocimiento se transmite a los estudiantes y, las
escuelas, son los lugares donde esta transmisión tiene lugar de manera oficial
Es
evidente que, este sistema educativo, comporta un nivel elevado de desencanto y
frustración entre los implicados y, cada vez, está más cuestionado. En una
clase estándar de secundaria, el profesor se sitúa delante de unos veinticinco
o treinta alumnos de la misma edad. Se intenta que todos ellos aprendan las
mismas cosas al mismo tiempo. Es una imagen que ha cambiado poco, muy poco en
muchos siglos. Hoy se ve claro que este sistema es una idea basada en conceptos
y necesidades del pasado y bastante alejada de lo que la ciencia nos está
enseñando sobre los mecanismos naturales del aprendizaje: como la
experimentación y la reflexión. A pesar de ello, en el contexto educativo
actual la memorización todavía es importante y, la respuesta, es el pilar sobre
el cual gira todo, como los exámenes que, en la actualidad, son la mejor prueba
y de la que se dotan la mayoría de las instituciones educativas. De hecho,
vivimos en una sociedad que valora la respuesta. Sin embargo, parece que este
panorama tiene los días contados, por una simple razón, la acumulación de información
y de conocimientos está perdiendo valor porque ese es, y será todavía más en el
futuro el papel de las máquinas. Serán los ordenadores los que nos
proporcionarán la información que queramos en cualquier momento. En nuestra
sociedad cualquier cosa que se obtenga con facilidad se devalúa y cuanto más se
devalúan las respuestas, más valiosas son las preguntas. Estamos entonces ante
una nueva adquisición de conocimiento donde la columna vertebral es la
formulación de preguntas. Este nuevo modelo educativo estará posibilitado por
la introducción de la inteligencia artificial.
La educación que
conocemos podría dar a conocer una experiencia del mundo, comprender las cosas
que no van bien e intentar reaccionar pero, si en la escuela se hace eso, se
tendría una clase de niños cada uno con una experiencia diferente, no estaría
organizado ni dirigido por el Estado. Lo que sucede es que cuando el gobierno
intenta dirigir la educación, no enseña que a veces las cosas no son; sino que
enseña que todo es así y lo evalúa para comprobar que se ha aprendido, o sea
que toda la idea del aprendizaje se echa por la ventana en las escuelas.
Llegamos a una paradoja en la que unos dicen que estamos en plena revolución
del sistema educativo; y otros, que eso son tonterías, que lo que se está
viviendo es una crisis terrible del sistema educativo. La consecuencia es que
los resultados son negativos; por lo que algo tiene que fallar. Lo que
enseñamos está mal y todo lo que se enseña también lo está; los resultados son
negativos. Algo tiene que cambiar ¿ pero qué?, ¿ cómo? ¿ cuál es la solución?
Evolución de la Educación
Los
sistemas de educación más antiguos tenían por objeto el estudio de la religión
y de las costumbres del pueblo. Ya en el antiguo Egipto las escuelas del templo
enseñaban no sólo religión, sino también los principios de la escritura,
ciencias, matemáticas y arquitectura. En la India también se enseñaba en las
instituciones educativas la religión en este caso el Budismo el cual se
extendió por los países de oriente. La educación en la antigua china se
centraba en la filosofía, la poesía y la religión de acuerdo con las enseñanzas
de Lao-tsé, Confucio y otros filósofos. El sistema chino de un examen civil,
iniciado hace más de 2000 años se ha mantenido hasta nuestros días, pues
mediante él se permite la selección de los mejores estudiantes para puestos
importantes en el gobierno.
La
educación espartana tenía como objeto principal la creación de una población
compuesta de guerreros fuertes, sanos, bellos e imponentes. Se intentaba
combatir los rasgos considerados femeninos como la delicadeza y la ternura.
En la era ateniense1 la educación era responsabilidad de
los padres hasta que los hijos cumplieran los 18 años, ésta ya no era
simplemente una educación militar sino que tenía por objeto el enriquecimiento
personal del individuo a todos los niveles, este perfeccionamiento recibía el
nombre de kalokagathia el cual se
refería a los atributos de belleza física, dignidad moral, sabiduría y
valentía. Las etapas de esta primera educación se fijaban en Educación
primaria, secundaria, superior y una última llamada efebia que era el servicio militar griego al que se accedía
después de haber sido instruido en las etapas anteriores.
A finales del siglo II Roma eligió el modelo griego para su
educación que igualmente constaba de tres etapas: ludus litterator asistían tanto niños como niñas2 entre los 7 y los 11 años
donde el magíster ludi enseñaba
escritura, lectura, cálculo y la ley de las doce tablas, todo esto supervisado
por el paedagogus. Desde los 11 hasta
los 16 años tenía lugar la enseñanza secundaria, ludus gramaticus donde aprendían principalmente la teoría gramatical, la
lectura con entonación y a comentar los textos clásicos griegos y latinos, en
esta etapa las chicas raramente continuaban con su formación y los chicos
únicamente si sus padres podían costeárselo. La enseñanza superior, ludus
rhetoricus comenzaba con la toma de la toga
viril hasta los 20 años y en esta etapa
sólo se encontraban alumnos de la clase alta. Estas clases eran impartidas por
los rhetores, quienes enseñaban el arte
de la retórica, filosofía y derecho. Una vez terminada la etapa superior los
alumnos que querían y podían permitírselo se trasladaban a Grecia para ampliar
sus estudios y para ello debían aprender griego.
A
España llegó este modelo educativo, el cual fue completamente instaurado a
finales
del siglo VI, en la era visigoda. Este modelo contaba con tres escuelas: las
parroquiales que preparaban a los clérigos
con lo mínimo, las episcopales en las
que la instrucción de estos clérigos llegaba a un nivel superior con las siete
artes liberales que se dividían en el trivium (gramática, retórica y
dialéctica) y el cuadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música) y las
monacales que constituyeron el fenómeno
educativo y cultural de la España visigoda católica donde entre otras materias
se estudiaba derecho canónico
Durante
la edad media las ideas del escolasticismo se impusieron en el ámbito educativo
de Europa occidental. El escolasticismo utilizaba la lógica para reconciliar la
teología cristiana con los conceptos filosóficos de Aristóteles. Un profesor
relevante del escolasticismo fue el eclesiástico Anselmo de Canterbury, quien,
como Platón, defendía que sólo las ideas eran reales. Otro clérigo, Roscelino
de Compiègne5, en la línea de Aristóteles, enseñaba el nominalismo, doctrina
según la cual las ideas universales son flatus vocis y sólo las cosas concretas son reales.
Del siglo XII en adelante se abrieron varias universidades
en Italia, España y varios países más de Europa, pero la educación era un
privilegio de las clases superiores y la mayor parte de los miembros de las
clases bajas no tenían acceso a la misma. En el desarrollo de la educación
superior durante la edad media los musulmanes y los judíos desempeñaron un
papel crucial, pues no sólo promovieron la educación dentro de sus propias
comunidades, sino que actuaron también como intermediarios del pensamiento y la
ciencia de la antigua Grecia a los estudiosos europeos. Los centros de Toledo y
Córdoba en España atrajeron a estudiantes de todo el mundo civilizado en la
época.
En
los siglos XVI y XVII, la literatura política se dirige fundamentalmente a la
educación del príncipe. Más tarde, en el período conocido como la Ilustración
(S. XVIII), los documentos bibliográficos se dirigirán a la educación del
pueblo, pues hasta este momento, la sociedad es puramente estamental. La moral
que justifica su estructura social, es una moral basada en el principio
medieval del servicio, es decir, cada estamento y por tanto sus miembros, debe
servir a Dios, al rey y a la comunidad de un modo diferente .
Pero el verdadero poder del siglo XVIII es la Iglesia y
éste es un poder económico debido a sus posesiones y privilegios, y también un
poder social por su compacta organización, su disciplina y su capacidad para
modelar la conciencia de los hombres, y sobre todo, porque la Iglesia
monopoliza la educación, en especial, las universidades. La educación está en
manos de la iglesia sin que pueda observarse una preocupación importante por
parte de la monarquía absoluta en la formación intelectual y profesional de sus
súbditos. Sin embargo la educación elemental existe, aunque precariamente. La
nobleza educa a sus hijos en las primeras letras mediante preceptores o
leccionistas. Los ayuntamientos sostienen escasas escuelas primarias, a cargo
de maestros ignorantes y mal pagados. La iglesia mantiene escuelas monásticas,
ajenas a los conventos y ausentes de todo control regio, que atraen a los hijos
de los campesinos deseosos de evadirse del cultivo de la tierra y acceder a una
situación mejor a través de la carrera eclesiástica. Esta lamentable situación de la educación básica no dejará
de preocupar hondamente, a la minoría ilustrada que propondrá su reforma. En cuanto
al método pedagógico empleado en dicha época, se había basado en el culto
supersticioso de los antiguos y la negación de todo mérito a los modernos.
Nadie se preocupa por la observación ni por la experimentación. Lo único que se
pone a contribución es la memoria.
El sistema educativo español: de la Ley de Moyano a la Transición
La Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857, llamada Ley Moyano significó el término de la consolidación del sistema educativo liberal y el comienzo de la estabilidad, sobre todo a nivel legislativo y de administración. Por primera vez desde 1821, España contaba con una ley general de educación aceptada por todos.
El 19
de septiembre de 1868 estalla la revolución conocida como «la Gloriosa»,
comenzando el llamado sexenio revolucionario y, en 1873, es proclamada la
Primera República española. Una de las características básicas de este período
en el campo de la educación, es el impulso de la libertad de enseñanza debido
al krausismo, de aquí surge una drástica batalla por la regeneración de la
Universidad, dando origen a la cuestión universitaria (se consideraban las doctrinas que se impartían en ella de
perniciosas) y posteriormente a la creación de la Institución Libre de
Enseñanza (ILE).
Pasado
este periodo, la segunda república (1931-1936) proclama la escuela única, la
gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza primaria, la libertad de cátedra y
la laicidad de la enseñanza. Igualmente, establece que los maestros, profesores
y catedráticos de la enseñanza oficial serán funcionarios y que se legislará en
el sentido de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a
todos los grados de enseñanza, a fin de que no se hallen condicionados más que
por la aptitud y la vocación. Entre los cambios más importantes que trae
consigo la proclamación de la Segunda República destacan la libertad de
conciencia de los profesores, la supresión de la educación religiosa
obligatoria y la regulación del bilingüismo, permitiendo que en las escuelas
primarias se enseñe en lengua materna, aunque sea diferente del castellano. La
reforma fundamental en este nivel se produce con la aprobación, en 1934, del
Plan de estudios de bachillerato: el Plan Villalobos.
Con la dictadura se produce una ruptura total con la época
anterior, rechazándose todos los avances de la república en cuanto a renovación
de los métodos pedagógicos y la mejora del nivel intelectual de la enseñanza. Ésta se va a ver influenciada totalmente por los valores ideológicos que defiende y promulga el Movimiento Nacional: la unidad de la Patria y la religión católica. Así, la preocupación en la enseñanza primaria residirá principalmente, en los contenidos religiosos, morales y patrióticos que impulsan el glorioso Movimiento Nacional.
En esta
época, se prohíbe la coeducación por lo que los alumnos son separados por sexos
y también se incrementa el elitismo manifestándose en un sistema de doble vía,
uno para las elites y otro para las clases más desfavorecidas.
En 1970 se aprueba la Ley 14/1970 de 4 de agosto “Ley
General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa” en la que se
regula y estructura, por primera vez en este siglo, todo el sistema educativo
español. En ella se aboga por el principio de integración social a través de la
escuela, en el que las puertas de los centros de enseñanza se abrirían de par
en par, sin limitaciones ni discriminación alguna para ningún español.
El sistema educativo español desde la Transición
Franco muere en noviembre de 1975. Le sucede en la jefatura del Estado Juan Carlos I, rey de España, quien nombra a Adolfo Suárez presidente del gobierno en 1976; inmediatamente se anuncia el desmantelamiento de las instituciones franquistas y se diseña una constitución democrática, que es debatida y pactada por la mayoría de las fuerzas políticas del país y aprobada en referéndum en 1978. Posteriormente se convocan las primeras elecciones democráticas desde 1936, donde triunfa la Unión de Centro Democrático (UCD), que gobernará por espacio de seis años. El artículo 27 de la Constitución marcó los principios generales de toda la legislación actual en materia de educación. A partir de este momento las leyes que regulan el sistema educativo y las relaciones entre las mismas son:
Franco muere en noviembre de 1975. Le sucede en la jefatura del Estado Juan Carlos I, rey de España, quien nombra a Adolfo Suárez presidente del gobierno en 1976; inmediatamente se anuncia el desmantelamiento de las instituciones franquistas y se diseña una constitución democrática, que es debatida y pactada por la mayoría de las fuerzas políticas del país y aprobada en referéndum en 1978. Posteriormente se convocan las primeras elecciones democráticas desde 1936, donde triunfa la Unión de Centro Democrático (UCD), que gobernará por espacio de seis años. El artículo 27 de la Constitución marcó los principios generales de toda la legislación actual en materia de educación. A partir de este momento las leyes que regulan el sistema educativo y las relaciones entre las mismas son:
- 1985,
LODE (ley orgánica reguladora del derecho a la educación) esta ley modifica a
la LGE e introduce el derecho a la educación, la participación de la sociedad
en el ministerio de educación y la financiación de los centros educativos tanto
públicos como privados.
- 1990,
LOGSE (ley orgánica de ordenación general del sistema educativo) esta ley
deroga a la LGE y modifica a la LODE. Introduce la nueva estructura del sistema
y ordenación de las enseñanzas, la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta
los 16 años (antes sólo era hasta los 14) y establece la FP (formación
profesional) superior.
è1995,
LOPEG (ley orgánica de la participación y evaluación del gobierno de los
centros docentes) adapta a la LODE. Como novedad esta ley regula las
actividades extraescolares, la autonomía en la gestión de los centros educativos,
establece la inspección por las administraciones educativas y regula los
órganos de gobierno de los centros.
- 2001, LOU (ley orgánica de
Universidades) mejora la calidad de estos centros, crea mecanismos apropiados
para potenciar las actividades investigadoras en las universidades, facilita la
incorporación de nuestro sistema educativo universitario al espacio europeo
(Bolonia) y favorece la movilidad de estudiantes y profesorado entre las
universidades.
- 2002,
LOCFP (ley orgánica de las cualificaciones y de la formación profesional) esta
ley adecua la formación profesional a las nuevas exigencias del sistema
productivo y fomenta la formación y readaptación profesional.
- 2002, LOCE (ley orgánica de calidad de
la educación) esta ley adapta a la LOGSE y mejora el nivel medio de los
conocimientos de los alumnos, fomenta la cultura del esfuerzo como garantía de
progreso personal, garantiza la igualdad de oportunidades, previene y combate
el fracaso escolar y mejora las condiciones de trabajo de los profesores
Con
la aprobación el 14 de julio de 2006 de la Ley Orgánica de Educación, se
introdujo la reforma del sistema educativo, que actualmente está en vigor. Es
curioso, porque si se lee con detenimiento la nueva legislación, es una
normativa que se dirige hacia el progreso y con una gran visión de futuro: que
apuesta por las tecnologías y por el desarrollo del individuo pero desde luego,
no parece que luego se lleve a la práctica ni se aplique en las aulas.
Consecuencias de la universalización de
la Educación
Hace años el
gran éxito en educación era conseguir que el cien por cien de los niños en la
primaria tuvieran una escuela. Esto no se había conseguido nunca, pero cuando
se logra trae consigo una paradoja, y es que cuando algo se extiende en una
sociedad de mercado, se devalúa; lo que significa que todos los títulos
educativos no valen lo mismo si los tiene el cien por cien de la población.
Escolarizar al cien por cien de los niños de un país supone que en ese 100 por
cien de los alumnos, se encuentren todo tipo de sujetos; aquellos que quieren
aprender, aquellos que son agresivos, los que no quieren estar ahí: esto supone
para el profesorado que previamente estaban acostumbrado a tratar con una
élite, no sepan qué hacer con estos chicos cuando llegan al sistema escolar y,
entonces, pierde calidad de vida el profesor: se queja, dice que no sabe cómo
enseñar que en esas condiciones le es imposible hacerlo. El
profesorado se queja de tener que afrontar en solitario los crecientes
problemas que se plantean en las aulas, sin ningún apoyo institucional, lo que
constituye un factor evidente de desánimo personal y profesional
El trabajo del profesorado es autodidacta, como
consecuencia de los déficit formativos, y solitario, como consecuencia de los
déficit en los modelos de gestión. El profesorado no se siente protegido por la
institución.
La formación inicial y los sistemas de selección del profesorado son una pieza clave para alcanzar un sistema educativo de calidad. Uno de los rasgos que diferencian el sistema educativo finlandés, el de mejores resultados en rendimiento escolar de toda Europa, es la gran exigencia que se tiene en la preparación de sus profesores y la dureza de las pruebas de selección de estos profesionales. En España, la formación inicial de los maestros de Educación Infantil y Primaria es una diplomatura profesionalizado y eso se equipara con la de adecuación de los contenidos de las enseñanzas universitarias a las actuales necesidades del sistema educativo.
Aprender haciendo
Se aprende
haciendo: “ hazme partícipe de algo y entonces aprenderé”. No hay otra forma de
aprender. No se puede aprender de lo que te dicen. El aprender haciendo es un
concepto que siempre ha existido. Ya Aristóteles decía “ solo aprendemos las
cosas mientras las hacemos” y Einstein afirmaba que la única fuente de
conocimiento es la experiencia.
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Si se entiende
la educación en un sentido que no sea la práctica y experiencia, se está
equivocado en la percepción pero es algo que las escuelas siguen sin hacer.
En las
instituciones educativas, los profesores explican lo que ellos creen que es
importante y que no tiene nada que ver con lo que significa el “ aprender
haciendo”.
Esto tiene un
origen muy sencillo que explica por qué esto funciona así. En el siglo XVI un
monje tenía un libro y lo leía porque el resto de personas no podían leer, esto
era una buena idea en este siglo XVI; el problema es que hoy en día sigue
siendo así, no se ha cambiado el método.
En los últimos
años empieza a emerger un consenso sobre las pautas de la educación que se
deben seguir para que realmente funcione. Uno de estos consensos es el de la
experimentación “ el aprender haciendo”; vamos hacia una educación en la que
habrá mucha más práctica y experimentación de la que ha habido jamás.
Se va a educar a
la gente para enseñarles cómo desenvolverse mejor en el trabajo que van a
hacer.
El sistema
educativo está hoy en día detenido en tradiciones muy antiguas; nuestro sistema
educativo funciona más basándose en tradiciones ancestrales que en el
conocimiento que se ha estudiado e investigado en los últimos quince años en el
proceso de aprendizaje. Incluso esas investigaciones aún no han llegado al gran
público ni a la gran masa de profesores. Los profesores siguen enseñando por
ensayo y error; eso tiene unos costes enormes para el sistema.
Los profesores
deberían interesarse en intentar comprender qué es lo que los estudiantes pueden
hacer y ayudarles a hacerlo. Hay
que tutorizar a los estudiantes a mejorar lo que hacen, mientras practican y
mejoran. La educación tiene que girar de alguna manera sobre cómo hacerlo.
Hay que tener en
cuenta que nos encontramos en una sociedad en cambio. El profesor Manuel
Castell dice que educar y formar en la era de Internet es que el estudiante
aprenda a aprender y ese es el punto clave. Cada vez los conocimientos son
menos importantes porque son más volátiles. El sistema clásico es transmitir conocimiento
cuando ahora una formación en ciertas competencias que no son estrictamente
académicas es importante y determinan la felicidad de una persona consigo misma
y el éxito ante una sociedad que además está cambiando y va a exigir que las
personas cambien con el trabajo a lo largo de su vida. lo que debe hacer una
persona en la era del conocimiento es “ aprender, desaprender y aprender”. Esto
es básico cuando nos centramos en el problema de la formación.
Un grupo de
profesores, filósofos y sociólogos de la Unión Europea ha creado un Manifiesto
que señala las claves para que la educación del futuro sea más eficaz, más
humanista y sobretodo basada más en la inteligencia emocional que en el
coeficiente intelectual; un reto que deben asumir padres, docentes y alumnos.
El primer punto
que resaltan es que los jóvenes de hoy en día tienen la sensación de que
estudiar una carrera ya no les garantiza conseguir un buen puesto de trabajo
por lo que la desmotivación es uno de los principales problemas que se deben afrontar
desde la escuela y la familia. Hasta ahora en la mayoría de los sistemas
educativos primaban el aprendizaje formal frente al aprendizaje moral y
personal de los alumnos. Dicen los expertos que los maestros tienen que tener
claro que para ser un adulto feliz es más importante la educación emocional que
las matemáticas. Lo importante no es saber, sino mantener la capacidad de
aprender siempre.
La educación al servicio de las nuevas tecnologías
Internet supone
un bastísimo almacén de información accesible desde nuestro ordenador: un
sistema con una capacidad de actualización casi inmediata. Es un entorno
tecnológico y social en el que las preguntas en donde las preguntas que podamos
hacer valen más que las respuestas que podamos memorizar. Con un sistema de
información como es Internet lo realmente importante son aquellas preguntas a
las que el sistema no encuentra respuesta; son estas las que permitirán
mejorarlo y contribuir así en él. La inteligencia será llegar al límite, poder
decir con convicción que los ordenadores sólo sirven hasta cierto punto.
La educación
basada en los ordenadores ha facilitado el acceso a la información para más
gente y a un menor coste pero no parece que se proponga una evolución en la
metodología educativa. La mayoría de los métodos educativos basados en la
tecnología informática que conocemos, e-learning, es el curso de siempre pero digital, esto es lo que debe cambiar. Los
ordenadores son principalmente herramientas que sirven para hacer y, nosotros
animales que aprendemos haciendo. Los ordenadores son por tanto, el medio ideal
para enfocar en la práctica; una nueva metodología centrada en el hacer, esa
deberá ser la base de los cursos electrónicos que renueven la metodología de
los cursos que conocemos.
Los ordenadores
son una solución pero no tienen por qué ser la solución. La clave es el
sistema. Lo que permiten los ordenadores es tener una experiencia individual
que a la vez permite a los alumnos comunicarse con un compañero o trabajar en
equipo, vivir las experiencias que en otro sistema no podrían llegar a hacer
pero, cada uno, en su propio campo. El ordenador en sí no tienen ninguna
relevancia, es un aparato que permite tener experiencias si se crea un buen
software que lo acompañe. La mayor parte de los softwares educativos que
existen en estos momentos son malísimos: es como si fueran un libro de texto,
se vuelcan los conceptos, los textos digitalizándolos, pero no se moderniza el
sistema ni su utilización.
La red se
convierte en un elemento de búsqueda, de estudio y va a permitir además
sustituir los procesos de enseñanza por procesos de aprendizaje. Desde hace más
de quince años se sabe mucho de procesos de aprendizaje, pero no se aplica en
las aulas de forma sistemática. Hacemos de la ciencia tecnología en todos los
ámbitos y, muy raramente, en la educación. Los profesores hoy en día no saben
si producen aprendizaje porque no saben exactamente cuál es el proceso de
aprendizaje del niño.
Un niño de cinco
años que va a la escuela por primera vez puede haber perdido unas capacidades
cruciales para aprender que nunca volverán y, es que, el cerebro infantil
requiere de una estimulación continua desde el nacimiento hasta los tres años
de hablar. Gracias al estudio de cómo se establecen las conexiones entre las
neuronas sabemos que existen algunos periodos de tiempo relativamente cortos,
críticos en los que el cerebro de un niño debe recibir cierto tipo de señales
del exterior para configurarse adecuadamente; algunas de estas áreas son tan
importantes como la visión, el lenguaje y el pensamiento abstracto. Otros
descubrimientos derivados de la fisiología del cerebro aportan nuevas pistas
para los educadores. Ahora se sabe por ejemplo, que la búsqueda de comprensión
es innata y que esta curiosidad de la mente debe ser potenciada. También se ha
descubierto que la mente está diseñada específicamente para recibir y generar
patrones y que, por tanto, debe dárseles a los niños la oportunidad de crear su
propia visión del mundo sin inculcarles ninguna predeterminada. Por otra part,e
se ha demostrado que la emoción y el conocimiento no pueden separarse. Un niño
infeliz tendrá una capacidad menor para almacenar correctamente la información
que recibe, es decir, para memorizar. Por tanto parece que el viejo paradigma
de los estudiantes como recipientes vacíos , esperando a ser llenados de
conocimiento, ha dejado paso a una nueva visión de la educación según la cual
los niños, deben construir su propia sabiduría a partir de sus propias
experiencias y, la idea de una inteligencia fija, ha dado paso a una
interpretación más flexible del desarrollo intelectual gradual dependiente del
ambiente en el que se desarrolla.
Sabemos
muchísimo de cómo evoluciona el cerebro del niño pero la educación se imparte
sin aprovecharse de este conocimiento; de debe, de esta manera, hacer un
aprendizaje cada vez más individualizado y teniendo en cuenta los diferentes
modos de aprender de cada alumno y aquí, es donde radica la importancia de
la tecnología, que va a ser la que va a permitir hacerlo con eficacia.
En el momento que se plantea un aprendizaje electrónico se consigue que el alumno aprenda
ayudándose de las herramientas tecnológicas y que éstas se ajusten a su propio
perfil de aprendizaje.
La
digitalización de tantos datos va a permitir dar una educación más
individualizada; las tecnologías al servicio de unos modelos de aprendizaje
diferente en donde el alumno sea el centro del proceso y no el profesor. Ésta será la base, en
donde el estudiante aprenderá a aprender por sí mismo y es la perspectiva más
eficiente para adaptarse al cambio que esta sociedad requiere.
Cada alumno debe tener la
capacidad para solucionar problemas y tomar decisiones, debe desarrollar un
pensamiento crítico y creativo, tener habilidades de colaboración, comunicación
y negociación, curiosidad intelectual y la capacidad de buscar, seleccionar,
estructurar y evaluar información y esto se logra Aplicando las herramientas
del conocimiento: clases interactivas, globalización de las comunicaciones,
tecnologías integrales y el uso productivo de redes.
Retos a conseguir en la educación. Visión de futuro
Los
elementos para el cambio de un modelo tradicional que corresponde al paradigma
educativo, a un modelo educativo basado en competencias que inscrito en el
paradigma pedagógico, apuntan a una educación más centrada en el aprendizaje lo
cual conlleva no sólo a la formación integral del estudiante sino también a la
transformación del papel del docente universitario.
De esta manera se aprecia que es necesaria una operación efectiva de los currículos rediseñándolos ya se requiere de docentes que promuevan el desarrollo de competencias actualizables, poniendo en juego sus habilidades docentes para: diagnosticar, planear, diseñar estrategias y evaluar los aprendizajes; lo cual sólo puede concretarse mediante ambientes de aprendizaje donde el docente asume el rol de gestor y facilitador de conocimientos.
De esta manera se aprecia que es necesaria una operación efectiva de los currículos rediseñándolos ya se requiere de docentes que promuevan el desarrollo de competencias actualizables, poniendo en juego sus habilidades docentes para: diagnosticar, planear, diseñar estrategias y evaluar los aprendizajes; lo cual sólo puede concretarse mediante ambientes de aprendizaje donde el docente asume el rol de gestor y facilitador de conocimientos.
Es así que en la actualización del catedrático en enfoques pedagógicos, cobra relevancia ya que contituye un factor clave para la formación profesional de los estudiantes por competencias.
Son muchas las cuestiones que quedan por abordar para poder completar un estudio del sistema educativo español: temas relacionados con el clima en los
centros, la relación del entorno educativo con la enseñanza escolar, cuestiones
referidas al currículo, las relaciones de la universidad con el bachillerato,
etc. Asimismo, las controversias sobre la educación están presentes cada día en
los medios de comunicación y en las discusiones que se producen en el seno de
la comunidad educativa: el peso de las humanidades en el currículo, la
conflictividad y la violencia en las aulas, la llamada deserción de las
familias en la educación de sus hijos o el malestar docente.
Debe
basarse la educación en una educación que vaya guiada por la introducción de
las tecnologías de la información: la incorporación de los ordenadores en las
aulas, la adaptación de éstos a nuevos modelos de aprendizaje en donde se debe
producir material específico para el uso escolar y, sobre todo, la importancia
de la promoción de la innovación e investigación educativa.
Superar
estos problemas supone un reto para las instituciones y administraciones
educativas en los próximos años. El ritmo de incorporación de estos recursos y
el cambio de paradigma educativo es muy lento. Está claro que el sistema está
sufriendo una crisis, pero no es una crisis aislada, sino que es una crisis de
civilización y la educación es una de las claves para salir de ella por lo que
es necesario que sea objeto de análisis y de investigación, para superar estas
barreras y desarrollar desde sus instituciones a individuos capacitados para la
adaptación a los cambios que se presenten en la sociedad, y por consiguiente, a
las distintas crisis que se sufran.
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