lunes, 13 de febrero de 2012

El intrusismo, en el ámbito de la cultura, aumenta con la crisis en países de toda Europa


En los últimos años, coincidiendo con la crisis económica, el intrusismo laboral ha visto la luz, alcanzando máximos hasta ahora inalcanzables. Esta actividad ilegal, que afecta a trabajadores y usuarios ha llegado también al ámbito de la cultura, dónde ganar dinero sin estar preparado se ha convertido en algo fácil y de rápido acceso para muchos.

Este artículo se propone dar a conocer los entresijos del intrusismo profesional, explicar el concepto para ofrecer una definición clara del mismo mostrando su carácter de ilegalidad. Explicar quien lleva a cabo estas prácticas y a que ámbitos sociales pertenecen y quienes, por otro lado, intentan evitarlo. Cómo estos ‘intrusos’ realizan la actividad y cómo consiguen el acceso a las mismas y se mostrará porque la crisis ha ayudado al aumento de esta práctica provocando su aumento en el último año. Todo ello haciendo hincapié en el ámbito cultural donde un gran número de personas se sienten estafadas por esta nueva práctica.







1) Cómo se ha realizado este artículo

El presente artículo ha sido llevado a cabo metódicamente con el fin de controlar las cualidades de la objetividad, pertinencia y validez de los datos. Para ello, se ha seleccionado un punto de vista.

Este punto de vista esta determinado por la elección de las siguientes Ciencias Sociales para analizar y estudiar los datos, la sociología y las Ciencias Jurídicas, ya que éstas son consonantes con el carácter social y legal del paradigma. La ayuda de estas Ciencias Sociales nos proporciona una aproximación teórica al paradigma que se va a analizar, dándonos datos de la sociedad y sus usos así como de la legalidad o ilegalidad de los mismos, recogidos por los códigos civiles de los que disponemos actualmente.

El paradigma elegido para la investigación es: “la práctica del intrusismo profesional en el ámbito de la cultura, durante la crisis económica”. Un tema considerado de interés por dos motivos principales, por su desconocimiento social y por el gran número de personas a las que afecta.

Una vez elegido el tema del intrusismo, para darlo a conocer, ya que muchas personas saben que existen pero no se percatan del mismo, o simplemente lo aceptan inconsciente o conscientemente, se procederá a su explicación y definición. Para ello previamente el tema ha sido acotado y limitado, ya que la cantidad de ámbitos a los que afecta y su continuidad a lo largo de la historia impedirían un acierto concreto y exhaustivo.

Por ello se ha elegido analizar la práctica en el ámbito cultural, ya que es en dicho campo donde la ley del “todo vale” parece ser la dominante. Además el estudio está realizado en los últimos meses, creando así una relación directa con la crisis económica que envuelve todo el planeta, además de proporcionar al artículo un carácter actual que lo haga más interesante para el lector.

Una vez establecidos los límites del objeto de estudio el siguiente paso es establecer los objetivos del artículo. Estos son descriptivos, con el fin de definir los conceptos utilizados, así como de llevar a cabo un acercamiento de los términos y los usos al lector. Y explicativos, el artículo tiene un fin objetivo que es la explicación de una práctica no legal en un ámbito concreto de la sociedad que afecta a un gran número de personas, ya sean profesionales o usuarios y que en época de crisis tiene especialmente un fin económico.  Además el objetivo final del artículo es dar a conocer esta situación para poder llevar a cabo una solución que evite o limite las prácticas turbulentas del intrusismo dentro de una esfera tan importante socialmente como es la cultural.

El acceso a los datos que aquí se presentan ha sido llevado a cabo a través de los medios de comunicación, especialmente prensa escrita online, ya sea de periódicos que tienen su versión a papel o de medios exclusivamente difundidos en internet. Además algunos de los artículos recogidos pertenecen a blogs, donde la gente a modo periodístico exprime sus ideas. Estos medios están al alcance de todos y en ellos se nos presenta de forma más o menos indirecta (dependiendo el artículo y el medio) el problema del intrusismo, noticias que muchas veces pasamos por alto o a las que no le damos la importancia que realmente tienen.

Los artículos mencionados anteriormente han sido recogidos en el blog universitario (icrisis-cultura.blogspot.com).


2) Qué es el Intrusismo Profesional y porqué es un delito

Todo el mundo ha oído alguna vez hablar del intrusismo laboral, y muchos son los que lo han sufrido directamente. Pero pocas personas le dan a este término la importancia que realmente tiene, a menos que no se relacione con la sanidad.

Según la Real Academia de la Lengua Española, el intrusismo es: “ El ejercicio de actividades profesionales por persona no autorizada para ello. Puede constituir delito”

Esta definición del término que constituye el núcleo del paradigma de este artículo, deja claros el qué, el quién y el cómo. ¿Qué? Ejercicio de actividades profesionales. Éste último adjetivo es de gran importancia. Es cierto que el intrusismo se puede dar también en actividades no profesionales, pero el intrusismo al que se refiere este artículo es el denominado “laboral o profesional” es decir la actividad con la cuál se puede recibir un bien económico. ¿Quién? Personas no autorizadas, aquellas que no cuenten con los conocimientos básicos para llevar a cabo una actividad profesional, o con la documentación y títulos requeridos para la misma. ¿Cómo? Llevando a cabo una actividad que puede ser considerada un delito.

En esta definición se echan de menos algunos aspectos del intrusismo laboral, como las respuestas a las siguientes incógnitas, dónde se lleva a cabo esta actividad, a que ámbitos profesionales se refiere, cómo puede acceder una persona sin titulación a llevar a cabo una actividad profesional y lo más importante ¿con qué fin?. Todas estas respuestas se desarrollaran a lo largo del artículo.

Además en la definición extraída de la RAE, se menciona el carácter delictivo de esta actividad, pero sin embargo nos quedamos con la duda de cuando, es decir, en que casos puede ser considerado delito y porqué.

En España el Código Penal considera intruso a “El que ejerce actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académico expedido o reconocido en España de acuerdo a la legislación vigente, incurrirá en la pena de multa de seis a doce meses. Si la actividad desarrollada exigiere un título oficial que acredite la capacitación necesaria y habilite legalmente para su ejercicio, y no se estuviere en posesión de dicho título, se impondrá la pena de multa de tres a cinco meses. Si el culpable, además se atribuyese públicamente la cualidad de profesional amparada por el título referido, se le impondrá la pena de prisión de seis meses a dos años.”
Art. 403 de la Ley Orgánica 10/1995 de 23 de noviembre del Código Penal.

Además, la Constitución si bien en su artículo 35 establece el deber a trabajar y el derecho al trabajo, y a la libre elección de profesión u oficio de todos los españoles, en su artículo 36 dispone que “la ley regulará el ejercicio de las profesiones tituladas“, lo que se traduce en la restricción de acceso al desarrollo de determinadas profesiones.

Además otros organismos legislativos limitan esta actividad, como es el caso de la Ley 2/1974, de 13 de febrero, sobre Colegios Profesionales o la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de modificación de diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio.

Sin embargo esta regulación es considerada por muchos insuficiente, ya que hace referencia únicamente a aquellas actividades profesionales reguladas por títulos académicos. Y ¿qué ocurre entonces con actividades culturales como por ejemplo la organización de eventos donde nadie exige un título?, ¿todo el mundo puede dedicarse a ello?, jurídicamente si.

3) Quiénes llevan a cabo estas prácticas y en que ámbitos

Como ya hemos dicho, el artículo hace referencia al intrusismo laboral o profesional en el ámbito cultural. Es decir en una esfera concreta de la sociedad, pero en un apartado de enorme importancia.

Cuando se habla de intrusismo muchos son los que rápidamente relacionan el término con el campo de la medicina. Pero igual de importante y de negativo es un médico falso, que un profesor falso que un periodista falso. Todos ellos impostores que pueden llegar a producir daños irreparables en las actividades que llevan a cabo.

Actualmente, entendemos por cultura el conjunto de modos de vida, costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico y científico, industrial, en una época y grupo social determinados. Por ello, y porque es un campo bastante amplio, hemos decidido limitar este artículo a alguno de los subcampos culturales.  En los artículos publicados en el blog se habla de:

- Exposiciones
- Música
- El periodismo
- Guías turísticos
- Espectáculos
- Eventos

En cuanto a los  quienes llevan a cabo estas prácticas podemos hablar de los ‘intrusos’ es decir, “que se ha introducido sin derecho, detentador de algo alcanzado por intrusión, que alterna con personas de condición superior a la suya”.  Estas son las características principales de las personas que llevan a cabo esta práctica, pero ¿a que rango social pertenecen?, ¿cuáles son los motivos sociales que les llevan a ello?

En primer lugar hay que decir que el perfil del intruso laboral es muy variopinto y diverso, ya que va desde personas no preparadas a personas cultas y con dinero que lo que quieren es buscar un mayor beneficio económico con actividades sean cuales sean y sepan o no llevarlas a cabo.

Por ejemplo, en el primer artículo, se habla de un caso de intrusismo laboral por parte de un publicista, Giancarlo Galán, amigo de Berlusconi, un experto en marketing que poco sabe de pintura (reconocido por él mismo), a quién Berlusconi eligió para dirigir una exposición reconocida internacionalmente, la Bienal de Venecia.  Este caso de intrusismo no es ilegal, puesto que la Bienal no exige a expertos en pintura para dirigir el evento, aunque fuese lo más lógico. Sin embargo, es un caso denunciable, puesto que este publicista es dueño de la empresa que mide las audiencias de la televisión italiana, un hombre al que Berlusconi debía muchos favores.

Realmente, ¿no había nadie más adapto y preparado para el puesto?. Otro caso de intrusismo laboral en el mundo de la cultura y llevado a cabo por personajes públicos de la alta esfera de la sociedad, se conocía en diciembre, cuando Karl Lagerfeld, el famoso diseñador de Chanel, anunciaba que sería él mismo el próximo director del diario gratuito ‘Metro’. Un puesto comprado con dinero y no adquirido por conocimientos precisamente.  Un hombre que gracias a su posición social, es un intruso en un mundo periodístico que cada vez más se acerca al mercado, sin importar el cómo y el porqué.
En las últimas semanas hemos conocido otros casos, de personas de alta sociedad, que de un modo u otro ejercen un intrusismo laboral del que muy pocos se percatan. Es el caso de políticos y personalidades importantes del Estado. De este modo hemos encontrado noticias como las siguientes:

- La número dos de Rubalcaba dice que tiene dos licenciaturas y no las terminó, así pues ha estado ejerciendo como licenciada sin serlo.
http://www.libertaddigital.com/sociedad/2012-02-12/valenciano-sobre-su-curriculum-inflado-me-aburria-y-ahora-me-da-pereza-acabar-1276449899/

- El Secretario de Estado de la Seguridad Social dice ser médico y no está licenciado.
http://politica.elpais.com/politica/2012/02/12/actualidad/1329072084_198272.html

- Trillo embajador de Estados Unidos.
http://www.europapress.es/nacional/noticia-federico-trillo-nuevo-embajador-estados-unidos-20120201100355.html

- Camps obtiene el doctorado Cum Laude y es criticado por un investigador de verdad.
http://www.europapress.es/nacional/noticia-federico-trillo-nuevo-embajador-estados-unidos-20120201100355.html


Estos casos son una clara muestra de intrusismo en busca de beneficios, ya no sólo económicos sino también de reconocimiento social y prestigio ante una sociedad que cada vez pide más. Aunque es cierto que estos casos se dan  con frecuencia, en la mayoría de los casos, el intrusismo laboral se produce por personas de un bajo rango social, que sobretodo en época de crisis necesitan, hablando coloquialmente, sacarse las habichuelas de donde sea.

Como se recoge en los artículos publicados en el blog de iCrisis, esto ocurre en campos culturales como los Djs, donde parece que todo el mundo que tenga un tocadiscos en casa está capacitado para poner música en una discoteca o en una sala de música. En este campo tenemos que advertir también de la presencia de muchos famosos o hijos de famosos cantantes que se han apuntado al carro de trabajar una hora para una discoteca conocida ganando cantidades ingentes de dinero, que más que la música lo que pagan es una imagen.

Otro campo cultural afectado en este sentido son los espectáculos en directo, como es el caso de los monólogos, donde, en parte a causa de la crisis, se prefiere tener una cara famosa que a un buen monologuista. Lo mismo ocurre en el teatro, donde actores de cine o televisión cambian por primera vez de escenario, en la mayoría de los casos sin la preparación previa para, favoreciéndose de su imagen, atraer a un mayor número de público.

Pero como decíamos, son muchas las personas que se dedican al intrusismo por necesidad, es el caso de muchos jubilados extranjeros, que por ejemplo en las islas de Palma de Mayorca se dedican a hacer de guías turísticos para compensar el poco dinero que se sacan de la pensión.  Unos guías que claro está, no están preparados y que carecen de la profesionalidad requerida. En este caso, al ser necesario un título para ejercer dicha profesión la actividad si está penada por la ley.

Otro caso de intrusismo se detecta en el mundo de los eventos, un mundo que ha crecido en los últimos años considerablemente y que como todos sabemos proporciona bastante dinero. Un mundo en el que parece que es indiferente tener o no la licenciatura en Relaciones Públicas, o titilaciones especializadas, un mundo en el que ya hasta la vecina del tercero que organizó la comunión de su hijo el mes pasado, se cree capaz de organizar un evento para 100 personas.

Es habitual encontrarse por Internet páginas en las que se ofrecen servicios a coste muy económico garantizando que se llevan a cabo por ‘profesionales del sector’, que no son más que ‘intrusos en el sector’, por ello es muy  importante cuando se solicita el servicio de un profesional asegurarse de que éste tiene la titulación homologada y que su empresa consta en el registro mercantil.


4) Quienes trabajan para evitar esta actividad

Como hemos explicado anteriormente, el intrusismo laboral está castigado por la ley, pero hay un vacío en la misma que afecta especialmente a aquellos casos, como en el ámbito cultural, en el que para realizar una actividad empresarial el título no es necesario, pero sí los conocimientos.

Una vez más hacemos referencia al blog de iCrisis, donde se recogen varios artículos en los que se hablan de instituciones como la FEDA en Albacete o la ARC, Associaciò Professional de Representants, Promotors i Mànagers de Catalunya.

En el primer caso, se trata de la FEDA, Confederación de Empresarios de Albacete, una asociación, creada por empresarios de Albacete, unidos contra las empresas que no reúnen todos los requisitos que exige la ley en materia laboral, denunciando y dando a conocer los perjuicios que ocasionan dichas empresas situadas al margen de la ley.
Entre las instituciones denunciadas por esta confederación, se encuentran centros de enseñanzas clandestinos que actúan sin estar dados de altas, con profesionales que no reúnen los requisitos mínimos.

La ARC sin embargo, es una asociación profesional de representantes, promotores y managers que llevan a cabo campañas para denunciar el intrusismo laboral en las contrataciones de espectáculos culturales. Dicen que estas irregularidades, siempre han existido, pero con la crisis se han extendido.

A parte de estos dos ejemplos de instituciones que luchan por defender unos derechos y obligaciones justas para los trabajadores, en el blog también se recoge un artículo que hace referencia a un grupo de pequeñas y medianas empresas de  Bizkaia  que  piden al gobierno el aumento de inspecciones para acabar con el intrusismo laboral. Pues bien es cierto que aunque existe la ley que regula la situación de las empresas, muchos son los casos en España y fuera de nuestras fronteras de empresas piratas, con las que es imposible competir en cuestión de precios. Empresas que acaban en manos ajenas al sector y que son difíciles de detectar.


5) Cómo se accede al intrusismo profesional

Las principales vías de acceso al intrusismo profesional son dos, lo que se conoce popularmente como “enchufe” y a través de titulaciones falsas.

El primero de los casos, es llevado a cabo, sobre todo por personas pertenecientes a grupos sociales importantes o a instituciones de gran poder. Son personas, que debido a su situación cuentan con una posición social en la que los contactos y la agenda social son numerosos. Es el caso de los políticos que hacen favores  a cambio de otros servicios (Berlusconi y Galán con la Bienal de Venecia); o simplemente de personajes que quieren ascender en el mundo social.

Otro ejemplo de intrusismo mediante la fórmula del enchufe es la relativa a todos los hijos de personajes famosos y reconocidos, que se aprovechan del nombre de sus predecesores para hacerse una carrera. Esto es una actividad muy común y llevada a cabo con bastante frecuencia en el mundo de la música y el espectáculo. Uno de los últimos casos conocidos es el del hermano de Penélope Cruz que se está intentando labrar una carrera como productor musical de cine, en la que sin la ayuda de su apellido no hubiera alcanzado la mitad de los logros conseguidos.

Respecto a los títulos, como en el caso de la número dos de Rubalcaba o Camps, es un mundo completamente ilegal, pero de muy fácil acceso. En realidad, conseguir un título académico falso resulta más fácil de lo que cualquiera de nosotros pueda pensar.

En un reportaje emitido por Antena 3, en el programa de ‘Equipo de Investigación’ muestran la existencia de organizaciones como el SIT de Cádiz, que ha expedido miles de títulos falsos por tan sólo 80 euros. Además en Internet hay muchos anuncios que garantizan la obtención de un título universitario pagando unos 2.000 euros. Otro fenómeno muy extendido es la suplantación de identidad en exámenes, es decir, pagar a una persona experta para que haga el examen oficial por ti.

Delinquir es fácil, pero además sale barato. Como hemos visto antes, las actividades mencionadas están penadas por la ley y además pueden constituir un delito, pero la realidad es que la multa por intrusismo laboral asciende a unos 300 o 400 euros, cantidad que un ‘intruso’ recopila en menos de un mes de trabajo. No es de extrañar que en época de crisis esta actividad se haya pues multiplicado.


6) El factor de la crisis

Como hemos ido viendo a lo largo de este artículo, el factor crisis ha ayudado bastante al aumento del intrusismo laboral en nuestro país y fuera del mismo.

La situación económica que estamos viviendo empuja a la sociedad a buscarse los medios como sea, para poder ganar dinero, y una de las vías más fáciles es la del intrusismo, es decir, acceder a una profesión independientemente de si se tiene o no la preparación necesaria y requerida legalmente.

Como hemos dicho con anterioridad, los casos más conocidos y denunciados del intrusismo son en el ámbito de la medicina. Pero esta práctica ha aumentado en los últimos tiempos difundiéndose a otros campos de la sociedad como es el de la cultura, donde al no requerirse muchas titulaciones para algunas de las actividades llevadas a cabo, el acceso a este mundo de forma “legal” es mucho más fácil.

Respecto al mundo de los eventos culturales y de los managers, muchos son los que se hacen pasar por estos últimos haciendo pagar grandes cantidades de dinero que pocas veces llegan al artista y que se pierden por el camino, a cambio de un servicio mal hecho, por una persona ajena al medio.

En lo que se refiere a las empresas, el aumento de las conocidas instituciones “piratas” ha crecido notablemente debido también a la crisis. Es mucho más económico actuar al margen de la ley, escondido en la ilegalidad, sin tener que pagar las tasas de la empresa ni de los trabajadores. Desgraciadamente, esta práctica ha aumentado notablemente y para muchos empresarios se ha convertido en el único modo de supervivencia en esta crisis económica que nos afecta.

En cuanto a personajes famosos que se benefician de su nombre y de su imagen, éstos lo hacen por beneficio individual, si no encuentran trabajo en su sector se lanzan a otro, (caso de los monólogos, o actores de series que se trasladan al teatro) . Pero lo cierto es que esta práctica, así como la de los hijos, nietos, sobrinos, hermanos, etc. De los famosos beneficia también a los contratantes, ya que estos al tener una imagen ya existente, un nombre ya conocido, se ahorran bastante en promoción y publicidad, hecho que en época de vacas flojas no viene nada mal.


7)Conclusiones

En este artículo se ha tratado de hacer una aproximación al término y la actividad práctica del intrusismo laboral, que debido a la crisis económica sufrida mundialmente, es una práctica que no deja de crecer.

Una práctica, que como hemos visto y analizado en muchos casos se encuentra al margen de la ilegalidad, y que en otros, como en algunos campos de la cultura, a pesar de ser legal es denunciable socialmente, pues produce una serie de injusticias que no se pueden tolerar.

Siempre y cuando una persona esté preparada para llevar a cabo una actividad esta puede hacerlo, pero de acuerdo a la legalidad y haciendo los esfuerzos que ésta exige, como la obtención de títulos oficiales o la registración de las empresas, así como el pago por cada uno de los trabajadores, que a su vez deben estar cualificados. En caso contrario se produce un desequilibrio que afecta de forma directa y negativa a aquellos que si cumplen la ley.

El intrusismo laboral, es una práctica que está a la orden del día pero que no es fácil de detectar, o al menos de denunciar, un intrusismo que en el ámbito cultural produce grandes consecuencias afectando no sólo a los trabajadores del sector sino también a los beneficiarios del mismo. Un intrusismo que es igualmente criticable que otros de los que aparecen en diversos campos sociales como la medicina o la educación.

La solución a esta actividad, que es en parte consecuencia de una crisis y un tiempo que nos ha tocado vivir, está en manos de todos. En la autocrítica y la automoralidad de las personas. En nuestro derecho a la denuncia si somos conocedores de un caso de intrusismo, así como la propia responsabilidad con la sociedad de no participar de esta actividad que en ocasiones es considerada delito.

Un delito que se paga bastante barato, respecto al daño que se hace. Un delito que todos deberíamos denunciar, especialmente si es llevado a cabo por políticos y representantes institucionales cuya función principal es la de dar ejemplo, especialmente en ésta época de crisis económica, en la que el esfuerzo por parte de cada uno de nosotros es primordial.



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