La época en que España sustentaba a miles de familias gracias al negocio del ladrillo ya no existe. El gran culpable, la especulación y jugar con un dinero que no existía. Cómo añadidos, el brutal desigual reparto de la riqueza, donde el 80% de los recursos del planeta están en manos del 20% de la población y como dato interesante; que el 85% de la bolsa española está en manos de 27 familias. El dinero va por un lado y nuestras ideas y valores por otro. el gobierno no controla al sistema, no hay trabas legales, nadie se preocupa por establecer límites.
La tasa de paro entre los jóvenes españoles duplica la media europea, se trata de individuos nacidos en una época de bonanza y más preparadon que nunca pero que hoy sufren el día a día de una economía precaria, extremadamente dependiente. Tanto los que eligieron el futuro inmediato, con trabajos fáciles y bien remunerados, como los que se prepararon (y preparan) en la universidad, se encuentran con un futuro incierto, vacío y sin expectativas. Son la llamada generación "nini", ni estudian ni trabajan, esos jóvenes de entre 16 y 28 años cuyo futuro se perfila incierto e inseguro y esa sensación general de apatía que les ocupa a causa de un alejamiento del mundo de los adultos. Hay que fomentar otros aspectos, no solo construcción, sino tecnología, industria, desarrollo... sectores nuevos donde las nuevas generaciones tengan cabida.
Aparentemente, la única solución es especializarse e invertir importantes cantidades en una enseñanza optima, el licenciarse ya no es una ventaja, los consejos de siempre ya no sirven, ahora si quieres futuro, hay que desmarcarse del resto. Tal vez marcharse fuera del país donde sí se puede crecer sea la mejor opción (mas del 68% de los jóvenes lo desean). Triste pero eficaz.
Fuente:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-generacion-perdida/1219065/
Luisiana Fernández Bustamante