Cultura
y la “economización de la vida”
En “Gubernamentalidad y
precarización de sí”, Isabell Lorey habla de las implicaciones de un nuevo modo
de gubernamentalidad que llevaría a una progresiva precarización del individuo
para sí. Parte de la base que existen unas condiciones estructurales de normalización
de la sociedades, en las que los individuos son capaces de reconocerse respecto
de su entorno y por ende convertirse en sujetos biopolíticos. Mediante ello, se
evidencia que existen unas líneas de fuerza histórica de la subjetivación
burguesa moderna que tienen continuidad en la sociedad contemporánea y que son
capaces de bloquear comportamientos que se resistan a la normalización. Según
lo que argumenta Lorey, hoy seguimos viviendo bajo el amparo de un marco
liberal burgués y asistimos a la consolidación de una determinada política
orientada a la consecución de la fuerza y riqueza.
La nueva normalidad gubernamental,
entonces, se encarna en la condición de precariedad a la que se someten los
productores y productoras culturales, por medio de ciertas relaciones con el sí
mismo y de ciertas ideas de soberanía. Y esa precariedad, relacionada con la “economización
de la vida”, es soportada por ellos justamente porque creen en su propia
autonomía y libertad. Porque es la realización del sí la que se ha convertido
en una tarea reproductiva a cargo de cada uno, casi siempre fuera del trabajo
asalariado adecuadamente pagado. El trabajo supone la realización de sí. Lo que
les convierte en explotables, e incluso un ejemplo de explotación modélico.
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Felicitas M. Sisinni Ganly
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