Como muchos equipos de fútbol en época de bonanza –no hace tanto tiempo-, el Navalcarnero llenó su plantilla de jugadores con salarios desorbitados, impropios de una categoría como es la Tercera División. Tras el cambio de situación económica y la retirada de la subvención del Ayuntamiento de Navalcarnero que cubría gran parte de su presupuesto, el conjunto rojiblanco se encuentra en una posición delicada, colista de la Tercera División madrileña y con un plantel repleto de juveniles, ya que no puede realizar fichajes porque no hay dinero.
http://www.elpais.com/articulo/madrid/Victima/burbuja/futbol/elpepuespmad/20111128elpmad_7/Tes
Sergio de la Cruz Sánchez
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