En estos tiempos en los que a todos nos toca ajustar las cuentas, parece que todo lo que suene caro nos llama más la atención. Pero en este caso está más que justificado.
La culpa es de los aproximados 250 millones de dólares que Los Angels pagará nen diez años al jugador de béisbol dominicano Albert Pujols. Su fichaje puede convertirse en el segundo o tercero (dependerá de si la cantidad final supera los 252 millones) más caro de la historia en norteamérica.
El jugador abandonará los Cardinals de San Luis donde ha logrado tres veces el título de MVP y ha conquistado dos veces las Series Mundiales.
¿Quién decide el precio de un jugador? ¿Hasta qué punto es lícito pagar estas fichas tan elevadas en tiempos de crisis económica? ¿Podrá afrontar el equipo esta inversión a largo plazo?
Laura García Rodríguez
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