martes, 3 de enero de 2012

Una historia digna de contarse: Noqueó al gran Joe Louis en 1936 y Hitler se apropió de ese éxito. Pero él jamás se afilió al nazismo y salvó de la muerte a niños judíos.

Max Schmelin fue  un boxeador alemán, campeón del mundo en los años 30, Schmeling fue fotografiado en una comida con Adolf Hitler, y desde entonces cargaría con el mote de ser Nazi, pese a que nunca quiso afiliarse al partido, y que demostró con posterioridad su independencia al no quererse separar, pese a las presiones, de Joe Jacobs, judío norteamericano que era su mánager en Estados Unidos.   
Cuando Louis ganó el título mundial en 1937 declaró que no se consideraría realmente campeón mundial hasta que no venciera a Schmeling. La pelea se aprovechó políticamente para convertirla en un enfrentamiento entre Estados Unidos y la Alemania nazi. El combate fue vibrante, aunque Louis tumbó a Schmeling en el primer asalto. El alemán acabó con dos costillas rotas. Esta derrota le hizo caer en desgracia en Alemania, y mientras en Estados Unidos lo acusaban de nazi, en su país no era bien visto por su derrota.
 En noviembre de 1938, Schmeling salvó la vida de dos hermanos judíos de apellido Lewin. Mientras en las calles de Berlín la saña nazi arrasaba judíos en un lúgubre episodio conocido como La Noche de los Cristales, el boxeador mantuvo escondidos a los dos jóvenes en su suite en un hotel y después los ayudó a abandonar Alemania y llegar a los Estados Unidos.
Hasta su muerte, el 2 de febrero de 2005 a la edad de 99 años, continuó con sus negocios, y fue muy querido por sus compatriotas y recordado en el mundo del boxeo.


NANCY ARREOLA

No hay comentarios:

Publicar un comentario